Me convertí en la cura del tirano en una novela trágica.
Me reencarné como la villana en la novela 19+ de desesperación “¿Por qué la dama rodaba entre las rosas?” Y para colmo… justo en la escena en la que intentaba lanzarse sobre el emperador en la cama. En ese momento, pensé que estaba completamente muerta. Enoch Philipp Dihart, el emperador. Un tirano que odia ser tocado más que nada en el mundo. Pero… hay algo extraño en este hombre. —“Hoy prometió que me tocaría. Incluso me puse algo fácil de quitar…” ¿Acaso tiene gustos un poco… peculiares? —“Fuiste mi primera vez en todo. Así que, Liana… me gustaría ser lo mismo para ti.” ¿Está siendo… tierno? Y por si fuera poco, ahora va por ahí diciendo que soy la medicina que puede derretir el hielo que tiene clavado en el corazón… ¡y me sigue a todas partes como un perrito! Majestad... ¿de verdad lo único que necesita es que le derrita el hielo...?
